Con muchas ganas de descubrir qué era eso de Arboleda Digital, desde nuestro instituto emprendimos el camino hacia el lugar que teníamos que explorar: el Parque Amate. Allí nos dispusimos a buscar la planta que tuviera las cualidades que señalaban en el cuadernillo que nos habían entregado pero no podíamos salirnos de la zona indicada en el mapa. Cuando después de mucho buscar localizamos la especie, tomamos unas muestras de la planta, una hoja y un fruto -porque tenía frutos-, y las metimos en una bolsita de plástico, como hacen los científicos. Una vez tuvimos todo lo necesario para inspirarnos, nos pusimos a describir la especie y a inventar un nombre científico que ponerle.
Mi compañera y yo llamamos a nuestra planta “Piñero Finni” porque nos pareció divertido. Además, como era un pino daba piñas y sus hojas eran finísimas, pensamos que era el nombre más adecuado. Casi todos habíamos estado ya en todos los rincones del parque pero nunca nos habíamos puesto a observar las plantas. Para finalizar, cada pareja expuso brevemente su especie analizada y la compartió con los demás compañeros y compañeras.
María Méndez Varela