Lonicera fragrantissima Lindl. & J. Paxton
CaprifoliaceaeEl género lonicera está dedicado a Adam Lonitzer, un médico y botánico alemán del siglo XVI, y designa las especies conocidas como madreselvas. A pesar de ello, fue introducida en Europa en 1845 por otro botánico, el escocés Robert Fortune, al cual se le dedican los nombres de muchas especies asiáticas como la palmera de Fortune, también existente en los jardines del Real Alcázar. La presencia de la madreselva se manifiesta especialmente a finales del invierno, cuando aparecen los aromas cítricos asociados a su floración. En este sentido la lonicera, al igual que otras plantas con flores, mantiene una intensa relación con los insectos a través de su néctar. Cabe reseñar aquí la que conservan con las abejas, cuya población mundial parece ir en retroceso a pesar de ser una especie vital para el correcto funcionamiento de los ecosistemas y por tanto, también para el desarrollo de la vida humana. Después de todo, estas son las responsables de la polinización del 70% de los cultivos que nos sirven de alimento, sobre todo frutas y verduras. De hecho, existe una afirmación atribuida al científico Albert Einstein afirmando que: si las abejas desaparecieran de la superficie del globo, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida. Sin abejas, por tanto, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres.